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El matrimonio Hill


 

Hasta la inquietante noche del 19 al 20 de septiembre de 1961 se tenía un concepto diferente de los contactos con extraterrestres. Pero la abducción de los Hill supuso un antes y un después, abriendo un camino amplio y enigmático como es de las abducciones. Fue poco después de ocurrir, cuando un periodista llamado John G. Fuller hizo público su investigación en el libro titulado ‘El viaje interrumpido’.

Este encuentro del cuarto tipo (o cuarta clase), es decir, un episodio de abducción de un humano por parte de alienígenas, tuvo lugar cuando la pareja regresaba de sus vacaciones en Canadá, conduciendo rumbo a Portsmouth donde residían. Comenzaron a detectar que la radio tenía interferencias pero no le dieron, al principio, mucha importancia. Poco después, se detuvieron para comer pero tenían prisa por llegar a casa, a pesar de ser una noche clara y despejada para conducir.




De repente, Betty a punto de dormirse avistó una potente luz que Barney confirmó llevaba viéndola un buen rato. La luz cambió de rumbo y se aproximó al vehículo. Aceleró primero pero decidieron parar para verla con más detalle después. Era un objeto enorme que se detuvo a unos metros. Barney se aproximó con cautela y pudo apreciar en unas ventanas a unos seres que lo estaban mirando. Temblando decidió retroceder y subieron al coche con intención de escapar lo antes posible de allí.

 

Todo parecía en calma, que el objeto había desaparecido hasta que lo volvieron a avistar justo encima de ellos. En ese instante, el vehículo comenzó a vibrar, la perrita que viajaba con ellos comenzó a gemir y oyeron un sonido extraño, un bip-bip electrónico, ras el cual fueron perdiendo la conciencia.

Poco después, los Hill se percataron que seguían en el coche pero mucho más cerca de su destino. Habían recorrido varios kilómetros pero no tuvieron consciencia de ello. Cuando llegaron a casa, sus relojes estaban parados.


 

A partir de este momento, parece ser que Betty, que no quería que el extraño suceso trascendiera por temor a que los tomaran por locos, tuvo extraños sueños, pero muy lúcidos acerca de lo que vivieron en la carretera. Sueños terribles, pesadillas sobre unos seres que la sacaban del coche y la llevaron hacia el interior de la nave y le sometían a horribles reconocimientos médicos.

 

Desde ese momento, comenzó a leer todo lo que encontraba sobre el fenómeno Ovni, incluso llegó a escribir una carta a un centro de investigación narrando lo sucedido. Días después los sueños cesaron, pero escribió con detalle sobre ellos y fue clave para la posterior investigación.

 

El matrimonio Hill fue sometido a hipnosis regresiva, por separado y coincidieron en la narración de los hechos. Habían sido conducidos a un Ovni escoltados por un grupo de humanoides y sometidos a análisis.

Ambos, como consecuencia de la angustia sufrida por el incidente, empezaron a tener problemas de salud, especialmente Barney. Con una tensión creciente que les fue generando hipertensión, trastornos de estómago, notaron verrugas en la ingle con forma de círculo perfecto.


 

Curiosamente, en la zona donde ocurrió el suceso de los Hill, próxima a Portsmouth, se siguieron produciendo distintos avistamientos de Ovnis que provocaron la alarma en la población y el pavor en el matrimonio abducido.

 

Lo más espeluznante del caso fueron las descripciones de los estados que los Hill vivieron cuando recrearon casa situación mediante la hipnosis: llantos, gritos, jadeos, ansiedad, angustia… un estado emotivo casi extremo.

 

Posteriormente Barney falleció, posiblemente por los desequilibrios orgánicos que sufrió tras la abducción y que le empeoraron su estado físico en poco tiempo. Por su parte, Betty se dedicó durante años a apoyar las tesis científicas sobre la existencia de Ovnis.

Además de las evidencias de sus testimonios, dos personas respetadas en su comunidad y que jamás habían tenido ningún tipo de situación similar ni se manifestaron creyentes en estos fenómenos, está el hecho de que aparecieron marcas en el vehículo, o que los zapatos de Betty, que eran nuevos llegaron desgastados y arañados.


 

Miles de opiniones surgieron como en cascada tras este conocido caso. Ha generado ríos de tinta, versiones a favor y en contra, pero lo cierto del caso es que nadie les pudo explicar qué ocurrió durante el espacio de tiempo que estuvieron inconscientes en su viaje en coche. Según la extensa documentación, dibujos de sus raptores humanoides y resultados de las hipnosis, todo apunta a que fue un caso real de abducción y que ha supuesto el inicio de la investigación más profunda y científica sobre las abducciones.


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